Un año de mrodriguez.tech
El mes pasado mrodriguez.tech cumplió su primer año y, curiosamente, no publiqué nada. No era falta de ganas; simplemente no sabía cómo abordar este momento. Dudaba entre seguir con la línea técnica de siempre o salirme un poco del guion y contar mi experiencia con este primer año de blog. Hoy, con un poco de distancia, me animé a sentarme y escribirlo así: como una charla entre nosotros sobre lo que ha significado este año.
Todo comenzó el 27 de agosto de 2024, cuando publiqué mi primer artículo. En ese momento no tenía grandes planes ni expectativas; solo quería un espacio para ordenar mis ideas y aprender escribiendo. Desde entonces he publicado 10 artículos que van desde tutoriales hasta reflexiones, y cada uno ha sido una pequeña oportunidad para mejorar.
No voy a mentir: ha sido un camino de altibajos. Hubo semanas en que escribir fluía solo y otras en las que no encontraba el tiempo ni la inspiración. Aun así, cada vez que entro a las analíticas del blog me sorprende ver que hay visitas. Aunque todavía no me han llegado mensajes ni comentarios, es emocionante saber que alguien, en algún lugar, está leyendo estas líneas. Eso, por sí solo, me motiva.
En este tiempo también han sido muchas horas leyendo artículos, viendo vídeos, experimentando y aprendiendo sobre la marcha. No soy “senior” ni experto, pero trato de aprender cada día y compartir lo que voy descubriendo. Escribir me obliga a ordenar las ideas y a explicar los conceptos de forma más sencilla; es parte del aprendizaje.
De todos los posts, el que más disfruté redactar fue 'Un novato en Linux'. Nació del asombro genuino de estar entrando en un mundo nuevo y creo que esa energía se notó. No fue un manual ni una guía exhaustiva; fue contar mi experiencia desde la honestidad.
Este primer año me enseñó que no hace falta ser experto para aportar. Compartir lo que sabes —aunque sea poco— puede ayudar a alguien que está un paso detrás. Y, sobre todo, te ayuda a ti mismo a crecer.
Para el segundo año quiero seguir con contenido técnico, pero también darme espacio para mezclar experiencias, aprendizajes y pequeños experimentos. Aunque sea un post breve cada mes, quiero mantener vivo este lugar.
Si estás pensando en empezar un blog o en compartir lo que sabes, hazlo. No necesitas tenerlo todo perfecto ni ser experto. Empieza con lo que tienes y ve construyendo. Un año después —y un mes extra pensando cómo escribir este post— puedo decir que ha valido la pena. Gracias por acompañarme en este camino; nos vemos en el siguiente artículo.